Un banco Luterma restaurado en Arcaz

 Hemos restaurado en Arcaz un banco de madera de finales del siglo XIX de haya curvada y asiento de contrachapado que presenta la marca Lutherma en la parte interna de su asiento.

Debido a la importancia que tuvo en Europa esta fábrica estona de mobiliario poco estudiada hasta el momento, expondremos a continuación un breve resumen sobre la misma.

Cabe señalar que en el estudio de esta obra y las indagaciones en torno a Luterma han colaborado las alumnas del curso sobre Conservación de mobiliario de sábados en Arcaz. (Abril-Mayo 2010). Gracias a Elena Rovira, Rocío Prieto, Mª Eugenia Cuenca, Sofía Gutierrez, Lola López de Espinosa, Vanessa Montesinos y María Sánchez por su participación.

banco Luterma

LUTERMA

Luterma fue una empresa de muebles fundada en Estonia en el año 1883 que en los albores del XX se había convertido en el mayor fabricante de muebles de contrachapado de toda Rusia, (siendo un gran número de ellos de madera curvada). El desarrollo de la industrialización de la ciudad de Tallin, propició la necesidad de fabricar un tipo de mobiliario para ocupar los apartamentos racionalmente planificados de la creciente clase obrera que vivía en ella.

La firma Luterma fue conocida por la alta calidad de su madera de contrachapado (con mucha frecuencia de abedul)[1], con la que se realizó una extensa producción de muebles de oficina, de ferrocarril y domésticos. Luterma llegó a ser uno de los productores de muebles más grandes de los Países bálticos, exportando a Inglaterra un elevado número de sillas y mesas plegables, así como gran cantidad de mobiliario doméstico, público y de oficinas a los países bálticos. 

En 1908 Luterma estableció una sucursal en Londres, llamada “Empresa de madera contrachapada Venesta” (el nombre de Venesta deriva de veneer (chapa) y Estonia). Dicha empresa tuvo oficinas en muchos países europeos como Alemania, Suecia, Francia e Italia. Hacia 1914 la mayoría de sus muebles reflejaban una tendencia hacia el funcionalismo imperante en esos momentos en Europa. Algunos modelos fueran un ejemplo de innovación formal, anticipándose (modelo nº 1138) a lo que haría después Alvar Aalto y la empresa Artek en Finlandia.

Tras el cierre de numerosos mercados rusos después de la Primera Guerra Mundial, Luterma jugó un importante papel, tanto social como económico, en lo que se refiere a la producción de mobiliario de carácter utilitario, destinado al uso diario y a la vivienda moderna. El interés de Luterma por este sector se inició en la competición organizada en 1919 para muebles baratos destinados a apartamentos de pequeñas dimensiones. Con iniciativas de este tipo Luterma convirtió sus almacenes de Tallin en una sala de exposiciones moderna para una extensa gama de muebles domésticos y de oficina.

A mediados de los años 30, la empresa promovió el concepto de “Muebles para todo el mundo”, una iniciativa apoyada por el Ministerio de Economía, cuyo objetivo era la producción de muebles estándar de diseño moderno destinados a las masas, realizados a base de distintos elementos que podían combinarse de diferentes maneras consiguiéndose así múltiples prototipos. Estos objetos abrazaron los principios del movimiento moderno y estaban en sincronía con el concepto de calidad de vida en un espacio mínimo. Un concepto que había sido explorado por las vanguardias europeas en Viena, Varsovia, Francfort, Stuttgart y otras ciudades implicadas en programas de decoración de interiores a gran escala. En Gran Bretaña, el diseñador Jack Pritchard[2], que trabajaba para Venesta desde 1925, fundó en 1931 el estudio de arquitectura y diseño Isokon[3]. Una empresa que se ocupaba de la realización de apartamentos mínimos y de su decoración, con mobiliario (en su mayoría contrachapado), adaptado a tales espacios para quien trabajaron importantes diseñadores del movimiento moderno como Walter Gropius, Marcel Breuer o el propio Pritchard[4]. Gran parte del mobiliario diseñado para esta firma se realizaba en Venesta.

En 1930 el estudio de Le Corbusier trabajó para Venesta, realizando un stand de madera contrachapada, para la Building Trades Exhibition de Londres. En concreto el proyecto fue realizado por la diseñadora de Le Corbusier Office Charlotte Perriand, quien creó un pabellón con un tronco de abedul en el centro y unos soportes giratorios con diferentes muestras de los tipos de madera de contrachapado disponibles, así como de los posibles acabados de las mismas. En 1940, año en que Estonia fue anexionada a la Unión Soviética, ceso la actividad de Luterma.

Cristina Ordóñez.

[1] Una madera que se usaba no solo para la realización de mobiliario sino también de maletas y cubos.

[2] Este diseñador estuvo involucrado en el proyecto de reforma del mobiliario industrial inglés del momento y convenció a muchos diseñadores para que diseñaran muebles con madera de contrachapado.

[3] http://www.open2.net/modernity/3_3_frame.htm

[4] En 1932 Isokon construyó los pisos mínimos de Lawn Road, en Hampstead, Londres, cercanos al concepto de máquina para vivir de Le Corbusier. En ellos vivieron algunos personajes conocidos como los arquitectos Gropius, Breuer o Lazslo Moholy-Nagy ( huidos de la Alemania nazi) o la escritora Agatha Christie.